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Publicado el Lunes, 21 de Marzo del 2022 Animan a los Obispos de España a defender el Valle de los Caídos del ataque del Gobierno

Animan a los Obispos de España a defender el Valle de los Caídos del ataque del Gobierno

  • Animan a los Obispos de España a defender el Valle de los Caídos del ataque del Gobierno

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Iglesia


 

Una campaña ciudadana pide a los obispos españoles “que defiendan la Cruz y la basílica del Valle de los Caídos y protejan a los monjes benedictinos” que custodian el lugar desde su fundación. 

La campaña está dirigida, en representación de todos los obispos, al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella y al secretario general de la CEE, el Arzobispo electo de Valladolid, Mons. Luis Argüello. 

 

La amenaza que se cierne sobre este lugar sagrado es la Ley de Memoria Democrática impulsada por el Gobierno que “pretende eliminar de un plumazo toda referencia religiosa en el Valle de los Caídos” y que se vota este jueves en el Congreso. 

Impulsada por el Gobierno de España, conformado por socialistas y comunistas con apoyo externo de otras fuerzas de izquierda, esta ley pretende modificar el nombre del lugar, que evoca la intención fundacional de ser un lugar de paz y reconciliación después de persecución religiosa de principios del siglo XX y la consecuente Guerra Civil. 

Del mismo modo, se pretende convertir en “cementerio civil” el lugar de los enterramientos en lugar sagrado de contendientes de ambos bandos y convertir todo el complejo religioso en “un lugar para la memoria democrática”. 

Según la plataforma impulsora de la campaña, HazteOir.org, “si no logramos frenar este perverso plan, el Gobierno se marcará un buen tanto y los ciudadanos (no solo los católicos) quedaremos a los pies de los caballos”. 

“El objetivo es humillar a la Iglesia católica y a toda la cristiandad”, subrayan en la petición, que puede ser suscrita en este enlace

Etiquetas: Libertad religiosaValle de los CaídosConferencia Episcopal EspañolaCardenal Juan José OmellaArzobispo de ValladolidMons. Luis Argüello


 


 

Cecilia Ulloa de castro, se llama la buena señora, quien por muchos años antes del terremoto, gozaba del singular privilegio de posesión de la santa Imagen, por su hallazgo afortunado. Después de su muerte su hija la Sra. Josefa Castro de Fuentes y su nieto el Sr. Felipe Fuentes hasta la época del terremoto.

 

Aquella mujer desconocida, desato entonces su envoltorio, para lavar el ordinario lienzo el cual tenia ciertas manchas... pero las manchas no desaparecieron.

Luego ya seco el lienzo Cecilia fue a recojerlo, entonces fue cuando vio sorprendida como las manchas mostraban la silueta de la Virgen que la miraba sonriente.

La extraordinaria aparición, traía en su brazo derecho al Divino Niño, quien se entretenía traviesamente sacando una cesta que le alargaba un angelito y a su izquierda surgía un horrendo dragón de ojos fosforescentes.

 

Como era preciso alumbrarla constantemente, invento el recurso de imponer a sus hijos cuando volvían del trabajo, que tendrían que costear uno a uno, un si y un no, todas las noches, la clásica velita para su Diosa aparecida. Así los muchachos la llamaron "VIRGENCITA DE LA LUZ"

Un italiano llamado Antonio Murzi, viajaba para Europa, acompañado de su hermana Pepa de Vicarini e hijos, a bordo de un barco para naufrago en alta mar, pereciendo Doña Pepa y todos sus hijos menos Antonio quien invoco con suma fe y lleno de angustia a la "Virgencita de la Luz". Y entonces prometió a la Virgen, edificarle una Capilla para rendirle culto si lo sacaba ileso de aquel naufragio.

Al llegar sano y salvo a San Antonio, no fue a su casa, entro directamente al negocio a comprar dos velas grandes de cera y postrado de rodillas, con las velas encendidas en cada mano, hizo el recorrido así, hasta el santiario familiar de Cecilia de Castro, a darle gracias a la Virgen de la Luz por haberle salvado milagrosamente la vida en aquel siniestro allí mismo, los hermanos Antonio y Bartolome Murzi, con la cooperación del Cura Párroco y sus feligreses, después de obtener previo permiso del Episcopado de Merida, levantaron la capilla ofrecida a la Virgen de la Luz.

Años después sobrevino el terremoto 18 de mayo de 1875 que no dejo nada en pie. Y allí mismo, a petición propia, de rodillas ante la Virgen de la Luz, de hacerse cargo de su fiesta en esta luctosa fecha de 18 de mayo en años sucesivos.

En solo hasta 1940 que un conjunto vecinos lograron contruir un pequeño parque Virgen de la Luz en el Barrio Pueblo Nuevo.

Actualmente la Virgen de la Luz, Patrona del Pueblo de San Antonio del Táchira.